La enfermedad del ojo seco puede no sonar particularmente intimidante, pero aquellos que han experimentado un ojo seco severo saben que puede impactar significativamente la calidad de vida. Piense en golpearse el dedo meñique-no suena como mucho todo esta bien hasta que se lo lastima en la pata de la mesa, entonces te das cuenta de que en realidad es realmente doloroso.
Un estudio transversal llevado a cabo en 2017 encontró que más de 16 millones estadounidenses se proyectan tener enfermedad ocular seca. Eso es 16 millones americanos viviendo con el malestar de los ojos y la visión comprometida. La prevalencia del ojo seco aumenta con la edad y es más común en las mujeres que en los hombres.
La enfermedad ocular seca, abreviada como SDOS (síndrome de ojo seco), en ingles abreviada como DED (Dry Eye Disease), es una de las condiciones más comúnmente observadas en la práctica clínica, tanto en Oftalmología como en Optometría. Se ha encontrado que es una condición mucho más compleja de lo que sugiere el nombre, y aún más compleja que un dedo meñique magullado.
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